El presente trabajo es sólo para los estudiantes de Quinto de Sec.
Value Proposition Canvas, el lienzo de la proposición de valor
Value Proposition Canvas, el lienzo de la proposición de valor
La Propuesta de Valor es el eje principal del Lean Canvas, definiendo el producto/servicio y diferenciándolo.
Es tan central que en tu sitio web (porque sí, sea cual sea tu negocio, un sitio web es fundamental) estará en la página principal y la claridad de su utilidad y características será fundamental para mantener el interés del visitante.
Pero, ¿cómo llegar a una Propuesta de Valor interesante para el usuario y que cuente con un mercado real? La respuesta es haciendo que encaje con las necesidades y problemas del usuario, ¡cómo siempre!.
No podemos hacer el análisis de nuestra proposición de valor en vacío,
sino que es necesario tener en cuenta el otro elemento básico de cualquier
empresa: los clientes…. porque el éxito de cualquier modelo de negocio se
debe a una buena relación entre esos dos elementos, la proposición de
valor y las necesidades de tus clientes.
Además, la base para alcanzar el nirvana de
los negocios, el famoso encaje
producto-mercado (del que ya
hablamos) es precisamente esa, identificar un producto/servicio (que
es tu respuesta a lo que crees son las necesidades del cliente y que representa
tu proposición de valor) que encaja perfectamente con un mercado (definido
por un grupo de clientes con una necesidades específicas que tu producto
resuelve).
Una vez dicho esto, es cuando empiezan los sudores
fríos: ¿Y cómo valoro si lo que estoy
Si los clientes compran tu producto es que tiene
sentido.
Pero claro ¿me tengo que esperar a tener el producto acabado?
¿cómo rectifico después?. Para dar respuesta a esto es donde surgen
metodologías como Lean
Startup o el Customer Development…
pero todas ellas hacen poco foco en la validación inicial de la proposición de valor, en el
análisis interno de la misma. Para ello Alexander Osterwalder ha creado una herramienta interesante, el Value
Proposition Canvas o Lienzo de proposición de valor.
¿CÓMO SE UTILIZA EL VALUE PROPOSITION CANVAS?
El Value Proposition Canvas o Lienzo de Proposición de Valor se
basa tal como hemos mencionado en contraponer las necesidades de tu segmento de clientes con
tu proposición de valor, y tiene el siguiente aspecto:
Para entender cómo
funciona lo primero que debemos saber es que vamos
a trabajar en cuatro fases diferenciadas:
FASE
1: OBSERVAR
En la primera fase,
tal como hemos repetido hasta la saciedad, debemos entender
las necesidades reales del cliente, y para ello no nos sirven ni
estudios de mercado ni herramientas similares. La clave para entender lo
que realmente necesita el
cliente es observarle.
1.- IDENTIFICAR
LOS “TRABAJOS” QUE DESEA REALIZAR TU CLIENTE (CUSTOMER JOBS)
Por ello, y estableciendo ciertos paralelismos con el Lean Canvas, es necesario identificar qué problemas tienen los clientes… pero yendo un poco más allá, y haciendo un auténtico esfuerzo por comprender las motivaciones de tu cliente y no sólo las necesidades expresadas. Para eso se utiliza a menudo el concepto del “job to do” o el trabajo que quiere resolver tu cliente comprando tu producto o servicio (tal como hablamos en “¿Entiendes el trabajo que necesita tu cliente?” ).
Por ello, y estableciendo ciertos paralelismos con el Lean Canvas, es necesario identificar qué problemas tienen los clientes… pero yendo un poco más allá, y haciendo un auténtico esfuerzo por comprender las motivaciones de tu cliente y no sólo las necesidades expresadas. Para eso se utiliza a menudo el concepto del “job to do” o el trabajo que quiere resolver tu cliente comprando tu producto o servicio (tal como hablamos en “¿Entiendes el trabajo que necesita tu cliente?” ).
Por ejemplo, podríamos pensar
que al comprar un carísimo móvil de gama alta un cliente lo que hace es cubrir
una necesidad de comunicarse… pero ¿y los aspectos sociales? ¿y su ego? ¿cómo
se siente al usarlo? El trabajo que necesita cubrir es más complejo de lo que a
priori pensábamos.
En este punto lo que debemos
hacer es comprender bien al cliente y qué le mueve (para lo que podríamos
utilizar el mapa de empatía) y ordenar por la importancia
(para el cliente) los
“trabajos” que éste quiere resolver. También deberíamos comprender el rol que
quiere adoptar el cliente en su relación con nuestro modelo de negocio (sólo comprar/co-crear/ser intermediario…).
2.- IDENTIFICAR LAS FRUSTRACIONES Y ALEGRÍAS DEL CLIENTE (PAINS
and GAINS)
En este punto debemos hacer un esfuerzo por comprender cuáles son los aspectos positivos o beneficios que a nuestro cliente le gustaría obtener (relacionados con los trabajos que hemos identificado)… lo que incluye entender qué alternativas o soluciones actuales que le gustan está usando, por ejemplo.
En este punto debemos hacer un esfuerzo por comprender cuáles son los aspectos positivos o beneficios que a nuestro cliente le gustaría obtener (relacionados con los trabajos que hemos identificado)… lo que incluye entender qué alternativas o soluciones actuales que le gustan está usando, por ejemplo.
De forma paralela debemos ser capaces
de identificar las frustraciones y molestias que hacen infeliz a nuestro
cliente (lo que incluye por ejemplo soluciones actuales que no le satisfacen o
aspectos que inhiben su consumo, como el precio o la complejidad).
El objetivo
principal de los puntos anteriores es encontrar un problema que valga
la pena resolver, por lo que deberíamos ordenar los trabajos que
necesita resolver el cliente en función de aspectos tales como la frustración
que le producen, frecuencia con la que debe resolverlos…etc. Al finalizar
tendremos una lista bastante prometedora
de lo que, tras observar a los clientes, nosotros creemos que son sus principales necesidades.
FASE
2: DISEÑAR
En lugar de hacer
lo que solemos hacer siempre, que es primero
diseñar algo y luego ver a quién le puede servir (si te has
sentido aludido no te preocupes, es lo habitual), esta vez vamos a trabajar al
revés: primero hemos identificado un problema que vale la pena (a priori)
resolver, y luego vamos a ver cómo lo resolvemos.
1. IDENTIFICAR LOS PRODUCTOS O SERVICIOS QUE PUEDES CONSTRUIR PARA
RESOLVER EL TRABAJO QUE TIENE TU CLIENTE
Ahora nos debemos centrar en identificar las principales características o funcionalidades que nuestro producto/servicio debería cubrir para dar respuesta al trabajo que nuestro cliente necesita resolver. Esto no sólo implica el plantear los aspectos puramente funcionales sino tener en cuenta por ejemplo el rol que quiere adoptar nuestro cliente y cómo le ayudamos en cada uno
Ahora nos debemos centrar en identificar las principales características o funcionalidades que nuestro producto/servicio debería cubrir para dar respuesta al trabajo que nuestro cliente necesita resolver. Esto no sólo implica el plantear los aspectos puramente funcionales sino tener en cuenta por ejemplo el rol que quiere adoptar nuestro cliente y cómo le ayudamos en cada uno
Por
ejemplo, si nuestro cliente quiere adoptar un rol de comprador únicamente,
¿Cómo le ayudamos durante toda la experiencia de compra a tomar la decisión de
adquirir nuestro producto, comprar de forma cómoda…etc.?
2. ESTABLECER CÓMO TU PRODUCTO O SERVICIO AYUDA A TU CLIENTE
De forma similar a lo que comentamos en "¿Vendes aspirinas, vitaminas, vacunas… o viagra?" debemos hacer un análisis de en qué aspectos nuestro producto o servicio ayuda al cliente a ser más feliz o encontrarse mejor (un buen diseño, hacer su vida mas fácil, mejorar su percepción social…), o a aliviar alguna frustración (ahorrar dinero, que pague sólo por el uso real, evitar errores…).
De forma similar a lo que comentamos en "¿Vendes aspirinas, vitaminas, vacunas… o viagra?" debemos hacer un análisis de en qué aspectos nuestro producto o servicio ayuda al cliente a ser más feliz o encontrarse mejor (un buen diseño, hacer su vida mas fácil, mejorar su percepción social…), o a aliviar alguna frustración (ahorrar dinero, que pague sólo por el uso real, evitar errores…).
La realidad es
que habitualmente el proceso no es ni mucho menos
tan sencillo, y que nos aparecerán distintas formas e incluso
distintos productos o servicios para resolver el problema de nuestro cliente.
Aunque es algo que realmente es más un arte que una ciencia,
existen determinados criterios (como
el nivel de frustración que resuelven, el margen potencial, escalabilidad…etc.)
que nos pueden ayudar a decidirnos por uno u otro.
Hasta este punto lo que hemos
conseguido es identificar principalmente dos cosas:
·
Hipótesis de cliente: Son aspectos del modelo de negocio que están relacionados con lo que
nosotros entendemos son los problemas del cliente, su
percepción de lo que necesita y lo que no, dónde encontrarlos, qué
frustraciones tienen…etc
Este punto viene dado del lado derecho del lienzo de proposición de valor, y lo que indica
básicamente es que todo lo que hemos identificado son hipótesis, es decir, ideas sobre lo que nosotros creemos que necesita el cliente pero que NO están
validadas.
·
Hipótesis de valor: Por otro lado tenemos las hipótesis de valor, es decir, aquellos
aspectos y funcionalidades de nuestro producto o servicio que nosotros creemos
que van a satisfacer necesidades específicas del cliente.
Son el lado izquierdo del lienzo de proposición de valor, y lo que nos indica es
cómo hemos diseñado nuestro producto o servicio en función de lo que creemos que necesita el cliente (hipótesis de
cliente).
Una vez identificadas las hipótesis y tal como discutimos en ¿Sobre qué hipótesis has construido el futuro de tu empresa? y en ¿Cómo validar los saltos de fe de tu modelo de negocio?, ha
llegado la hora de comprobar en el mundo real si lo que hemos imaginado es
cierto, es decir:
Ha
llegado el momento de transformar hipótesis en certezas
Para
ello lo que deberíamos hacer es salir de nuestra oficina e intentar hablar
con el máximo número de clientes que podamos, intentando validar (o
descartar) las hipótesis de cliente que teníamos.
FASE 4: AJUSTAR
Con todo lo averiguado durante el proceso de validación con el
cliente deberíamos primero actualizar con lo aprendido el lado derecho donde
habíamos recogido las hipótesis de cliente, y luego reajustar
nuestra proposición de valor (lo que
seguro tiene impacto en el modelo de negocio que
habíamos diseñado). Eso implica que repensemos todo el lado izquierdo del value
proposition canvas bajo la luz de lo aprendido de clientes reales y de todas las
hipótesis descartada y validadas.
Con toda probabilidad habrá varios cambios importantes. Una vez
hecho esto ha llegado el momento de empezar a construir nuestro primer prototipo, ese producto mínimo viable que nos ayude a validar y ajustar la
proposición de valor… pero eso es algo que ampliaremos en otro artículo.
Por cierto, la plantilla/poster con la que trabajar todo lo
anterior y con guías
y preguntas que
hacer la puedes encontrar en el poster del value proposition
canvas
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